En el Old Railway Station Hotel el viajero tiene la oportunidad de dormir en uno de los vagones antiguos del Orient Express. Este hotel dispone de cuatro suites situadas en los vagones restaurados y de otras habitaciones situadas en la estación de la época, llamada the Old Railway.
Los vagones fueron remodelados y ahora disponen de todas las comodidades, incluyendo de calefacción central, pero aun se conserva la decoración interior de los trenes. El precio por noche varia entre los 109€ durante la semana y los 188€ durante los fines de semana en los vagones y alcanza los 94€ por noche en las habitaciones de la estación. El desayuno se sirve en la estación, aunque está la opción de que le lleven el desayuno a la suite.
Este hotel le ofrece la posibilidad de viajar en el tiempo a aquella época cuando todavía existían las locomotoras de vapor. Es una oportunidad perfecta para visitar los acontecimientos culturales de la zona. El festival de Goodwood se celebra cerca del lugar del hotel, y durante ese fin de semana desfilan coches deportivos de todas las épocas.
El mágico hotel Iglu Dorf es, ni más ni menos, un iglú creado por un artista llamado Adrian Günter. El primer iglú fue construido en 1996, y a partir de allí Adrian creó el proyecto llamado «Small World in White», en el 2004. Este proyecto construía iglús en cinco pueblos en Suiza y Alemania. Ahora, cada uno tiene la posibilidad de construir su propio iglú en la montañas.
Cada pueblo de iglús se construye de 3000 toneladas de nieve, y toda la decoración interior está hecha por artistas inuits de Canadá. El interior está lleno de esculturas de animales tales como focas, ballenas, osos polares y otras decoraciones, todo esto iluminado por velas.
Cada pequeño pueblo lleno de iglús aguanta desde Navidad hasta los principios de Abril, y viene gente de todas las edades a probar este inusual tipo de alojamiento. Desde los 99€ a los 139€ la noche por persona, uno tiene la posibilidad de dormir en un saco de dormir arropado con pieles de oveja. Por este precio, uno puede disfrutar de la comida y bebida del lugar, al igual que de la sauna y de la piscina.
Hay varios tipos distintos de iglú. Están los tradicionales iglús para dos personas, los iglús para grupos y la suite más romántica, con jacuzzi o sauna. En los iglús de primera clase hay baños individuales, también hechos de hielo y nieve. Para las ocasiones especiales, se puede encontrar una iglesia iglú, con pila bautismal y un altar. También en cada pueblo hay un iglú más grande que los demás, donde se encuentra el bar del hotel y la recepción. En el bar, uno puede disfrutar de una fondue con queso y de vino caliente que se sirven por la noche.
El hotel Pavilion está situado en Londres. El exceńtrico y céntrico hotel dispone de treinta habitaciones, cada una más curiosa que la anterior.
Las treinta habitaciones tienen cada una su estilo propio, desde la habitación más minimalista hasta el estilo de los años sesenta del siglo pasado. Cada cuarto está decorado con muebles y adornos exclusivos, algunos conmemorando los años setenta, como Honky Tonky Afro, y otros la época funk. La habitación Casablanca Nights representa el puro estilo marroquí, mientras que Quiet Nights es una pequeña habitación de lo más apacible. La White Days Soul Nights es una habitación grande y ruidosa, pero los que buscan el relax pueden alojarse en la Indian Summer.
Este exclusivo hotel tiene unos precios bastante asequibles. Una habitación individual puede costar unos 63€ por noche, mientras una habitación familiar más grande suele rondar los 138€ por habitación por noche. Este hotel también ofrece exquisitos desayunos, y los desayunos a la inglesa pueden reservarse con antelación.
Este hotel, creado por los hermanos Danny y Noshi Karne, se encuentra en el centro de la ciudad, rodeado de bares, tabernas y teterías libanesas. El hotel les ofrece a sus clientes la posibilidad de alquilar alguno de los famosos coches de Danny, un ex modelo, cuya colección incluye un Range Rover, un Ferrari Modena o un Lamborghini morado.
Además, este extraordinario hotel es muy frecuentado por las estrellas del mundo de la música, el cine y la moda. Kate Moss y Pete Doherty solían alojarse aquí antes que él organizase una fiesta demasiado memorable. El grupo Duran Duran, Naomi Campbell, Kate Beckinsale, Helena Bonham Carter, Daft Punk o los Beach Boys son algunos de los huéspedes más conocidos de este hotel que marca la diferencia.
El lujoso y exclusivo hotel One By Five se encuentra en París, Francia. Lo más curioso de esta joya de hotel es sin duda el hecho de que solo dispone de una incomparable suite.
Este hotel se encuentra en el barrio de Quartier Latin y toda la atmósfera que rodea el hotel lo hace ideal para un fin de semana romántico. El interior, exquisitamente decorado, recuerda a un boutique de lujo, con la tecnología más avanzada integrada en los muebles, y un diseño innovador.
La suite dispone de una enorme cama que parece flotante, cubierta de satén y con luces que pueden cambiar tanto de color como de intensidad cuando uno lo desee. Todo la decoración es de lo más exquisito, desde el foyer, decorado con suaves cortinas rojas, hasta el enorme cuarto de baño. El baño parece una habitación de por sí, con una ducha vaporosa, y el interior decorado con lo más moderno. El foyer de la entrada es una sala muy confortable, con muebles cómodos y un sillón de cuero. Los candelabros del foyer son más de lo que aparentan, ya que allí uno puede conectar su iPod. El hotel esconde muchas sorpresas, tales como efectos visuales y distintas luces que bailan sobre el techo y las paredes.
En la suite, de 45 metros cuadrados, uno puede pasar el fin de semana más romántico, por el precio de 960 euros la noche. El hotel, además, se encuentra en uno de los barrios más vivos de la capital de Francia, y uno puede dar una vuelta por los alrededores o pasar una tarde en uno de los famosos restaurantes o cafés del Quartier Latin. Todo un lujo para los enamorados.
El lujoso hotel Amankora es más que un hotel exclusivo. Situado en uno de los países que mejor conserva su cultura más tradicional, Bhutan, este hotel se encuentra entre las montañas.
El hotel encaja perfectamente con la belleza natural del país. El hotel es bastante pequeño, pero muy cómodo y con toda la calidad que le ofrece la cadena de hoteles Aman. Lo curioso de este hotel es que en realidad son cinco pequeños hoteles repartidos por los montes y valles cerca de las ciudades de Paro, Thimphu, Punakha, Gangtey y Bumthang.
Dado que los hoteles están apartados del ruido y la muchedumbre, uno podrá relajarse con toda la tranquilidad del mundo mientras disfruta de las vistas de las Himalayas o de los centenarios paisajes del país. El interior de cada hotel sigue el estilo oriental más puro y clásico, y la arquitectura sigue la tradicional técnica de construir los muros con tierra arcillosa, llamada tapial.
Para vivir la verdadera experiencia de Bhutan, en las habitaciones no hay televisiones, pero cada una dispone de una estufa de leña, camas grandes y enormes cuartos de baño. Además, si uno lo desea, puede disfrutar del spa de cada hotel. El hotel, o mejor dicho, cada uno de los cinco hoteles, ofrece caminatas guiadas por los alrededores y por las montañas. Cabe mencionar que también se ofrecen excursiones por todoterreno, ideal para ver los vastos valles.
El Kruisherenhotel Maastricht no parece un hotel, ya que antiguamente había sido un monasterio del siglo XV. El hotel se encuentra en el centro de Maastricht, en Holanda.
El edificio fue fundado en el año 1483 por la «Orden de los Cojos», conocida como la Kruisheren. Sin embargo, el monasterio quedó abandonado hasta que, en el año 2000, se decidió restaurar el edificio y convertirlo en un hotel de lujo.
El aspecto del exterior del hotel ha cambiado más bien poco, ya que aun siguen allí las ventanas de cristal esmerilado y las impresionantes bóvedas góticas. Uno también puede pasear por los jardines del monasterio convertido en hotel, un punto verde en plena ciudad.
El Kruisherenhotel Maastricht dispone de cincuenta habitaciones y suites. Estas se encuentran en lo que antes eran los antiguos claustros, que fueron remodelados y ahora ofrecen todo el confort que uno necesita. El precio por noche ronda los 150 € por persona.
En lo que antes era la nave de la iglesia ahora se encuentra una mezzanina para el desayuno. Desde la mezzanina se puede apreciar la magnífica vista a toda la ciudad. En otra parte de la nave se encuentran la recepción y un bar.
En el llamado éspace vinicole se puede encontrar las bodegas con una impresionante colección de vinos. Dentro del hotel también podemos encontrar una biblioteca y un moderno ascensor que nos lleva por todas las plantas sin interrumpir la tranquila atmósfera del hotel.
En las capillas laterales ahora se encuentran varios salones, decorados en un estilo tradicional que no rompe con la arquitectura del monasterio pero que ofrecen todas la comodidades de la vida moderna.
El hotel está situado en el centro de la ciudad, a menos de 5 minutos de la plaza más famosa, la plaza Vrijthof y del barrio de la cerámica. Se recomienda visitar el museo Bonnefanten o el nuevo puente alto, el Hoge Brug.
El Propeller Island City Lodge de Berlin, Alemania, es un curioso hotel con varias habitaciones bastante distintas. Hay 31 habitaciones, cada una más original y extravagante que la anterior. Los precios varían desde 69€ hasta 190€ por noche, y el desayuno, de 7€, va aparte.
De las 31 habitaciones de las que dispone el hotel, no hay dos iguales. Existe una habitación completamente blanca, llamada «Therapy» o terapia. En esta habitación, en el techo se encuentra un enorme espejo, y gracias a distintas luces, la habitación puede cambiar de color cada vez que uno quiera.
Una de la habitaciones que ofrece la experiencia mas surrealista es la llamada «Gruft/ Coffin», donde los mas atrevidos podrán dormir en un ataúd.
La habitación»Freedom» recuerda a una prisión, pero en ella se incluye un agujero en la pared para poder «escaparse» en cualquier momento, mientras que la habitación «Padded Cell» imita a un hospital psiquiátrico.
Si uno elige alojarse en la habitación «Mirror», se verá rodeado por espejos por todas partes, ya que todas las paredes también son espejos. Esta es una experiencia que hace que parezca que alguien se encuentra dentro de un caleidoscopio.
En la habitación «Upside Down», todo está al revés. Pegados al techo se encuentran la mesa, la cama y los muebles. Para entrar allí, uno tiene que hacerlo por un agujero en el suelo.
Uno de las habitaciones con mas sentido de humor es el «Space Cube», donde gracias a un botón, uno puede hacer aparecer un extra muro que separa la cama grande en dos mas pequeñas.
Otra de la habitaciones tiene una cama volante, mientras que en otra se puede encontrar el cuarto de baño escondido dentro de un armario. Las hay con paredes en forma ondeadas, o con camas que se esconden en el suelo. Otras tienen suelos elásticos, baños con balcón o una cama giratoria.
El hotel se encuentra en una zona bastante céntrica. Cerca de este hotel se encuentran varios búnkeres de la Segunda Guerra Mundial que merecen un visita.
El Magic Mountain Hotel es un curioso hotel que se encuentra en Panguipulli, Region X, Chile. El hotel se encuentra en la mitad de un bosque, y tiene la original forma cónica rodeada por una cascada.
Los visitantes del hotel están completamente rodeados por la naturaleza, con la posibilidad de cazar o ir de pesca a la cercana reserva natural de Hulio Hulio. Uno puede observar a las águilas o a las pumas, entre otros animales, que merodean cerca del hotel.
El hotel debe su nombre a una antigua leyenda que hablaba sobre una montaña mágica que concedía deseos y obraba milagros, y verdaderamente, el sitio es un lugar mágico. La cascada proporciona paz y tranquilidad, con un toque distintivo y la unión con la naturaleza.
El hotel dispone de trece habitaciones, cada una con su baño privado. Además, en el territorio se encuentran once cabinas que alojan entre 4 y 6 personas cada una. Un aspecto curioso es que cada habitación tiene un nombre distinto y muy peculiar, cuyo significado suele ser el nombre de alguna planta o algún animal que posee poderes mágicos o que habita en esos lugares.
En el hotel, uno puede comer en el restaurante que se llama «El Mesón del bosque», donde se pueden degustar las especialidades locales. Uno de los platos chilenos más famosos, el pastel de papas, se sirve allí.
El hotel de sal, el Hotel Luna Salada, se encuentra en el corazón de Bolivia, en una localidad conocida como Uyuni. Tradicionalmente esta región era conocida por las grandes cantidades de sal que se encontraban allí.
El Hotel Luna Salada es un hotel inusual, ya que no está construido con cemento, si no que está hecho de enormes bloques de sal. No solo las paredes, el suelo y el techo están compuestos de sal, sino que la decoración interior también está hecha de este material. El hotel, de dos pisos, tiene 25 habitaciones.
El precio por noche depende del tipo de habitación, ya que las habitaciones simples pueden costar a partir de 65 € por noche, pero el precio se eleva si elegimos una habitación más grande o para más personas. El hotel dispone de cinco tipos de habitaciones distintas., la más cara y grande siendo la habitación familia, que llega a costar los 150 € por noche.
La entrada al hotel nos alumbra con su brillo, ya que la recepción y el primer piso están cubiertos por una especie de alfombra hecha de sal. Las partículas dan la impresión de que uno se encuentra en los saleros que rodean el hotel. El hotel también ofrece a sus clientes la posibilidad de visitar los salares de Uyuni o las llamadas Lagunas de Colores.
En un negocio tan competitivo como es el turismo y la hostelería en general, la innovación y la originalidad son dos cosas muy importantes. Por eso, ciertos hoteles como el Three Camel Lodge en el desierto de Gobi en Mongolia han decidido apostar por este original proyecto y crear un hotel que se encuentra en la mitad del desierto.
El hotel se encuentra en un parque nacional, en el Parque Nacional de Gurvansaikhan. Por eso, el hotel está construido con materiales que respetan al medio ambiente, y en un estilo arquitectónico siguiendo las líneas budistas. El hotel es de cinco estrellas, y utiliza la energía solar y eólica.
En el hotel hay unas 30 «habitaciones», llamadas gers, para dos personas cada uno. Además, en el hotel se ofrecen excursiones por el país y servicios tales como el fax, salas de reuniones, restaurantes o tiendas. Para probar y saborear la típica comida de la región solo hace falta visitar uno de los restaurantes que pertenecen al hotel.
« Noticias siguientes — Noticias anteriores »
arte balcón bar bañera centro cocina color decoración desayuno diseño ecológico EEUU Estados Unidos eventos excursiones gimnasio habitaciones habitaciones curiosas habitación deluxe habitación doble habitación familiar habitación superior hotel internet jacuzzi jardines kingsize lounge lujo masaje máquina té café naturaleza organización eventos piscina queensize restaurante sala de conferencias salón sauna spa suite temática terraza vistas WiFi
WP Cumulus Flash tag cloud by Roy Tanck requires Flash Player 9 or better.
Publicidad
Publicidad