El Jules Undersea Lodge es el primer hotel submarino que se ha construido en el mundo. El hotel antiguamente fue un laboratorio submarino donde los científicos se alojaban durante las expediciones cuando estudiaban la vida marina. El hotel se encuentra en Cayo Largo, Florida, a unos 7 de metros de profundidad, y es un verdadera experiencia fuera de lo terrenal.
El Jules Undersea Lodge tiene un total de dos habitaciones, cada una de ellas en su laboratorio de investigación. Cada una de ellas con su propia cama y un ojo de buey desde el cual podrá observar a los peces que nadan tranquilamente por el mar. Los dueños del hotel, dos científicos que trabajaron en la base, decidieron crear el laboratorio submarino que permitía a los civiles disfrutar de un fin de semana viviendo bajo el mar.
Para poder alojarse en este hotel, uno tendrá que bucear unos 7 metros. Para guardar el equipaje, el hotel les proporciona una maleta estanca donde podrán meter su equipaje y bucear con la ropa hasta llegar al hotel. Cada habitación cuesta unos 252.44€ por persona y noche, incluyendo comidas, y hay packs promocionales que cuestan 1,117.88€ para dos personas durante un fin de semana en su luna de miel. Además, el Jules Undersea Lodge puede organizar fiestas para aniversarios, cumpleaños o bodas, e incluso les proporciona regalos y tartas de celebración subacuáticas.
Hay un total de dos habitaciones que comparten un salón y una cocina. El primer segmento de la cápsula subacuática es el segmento del agua, donde los buceadores dejan sus trajes de buceo y pueden tomarse una relajante y caliente ducha. Luego uno se encuentra con el salón, donde hay cómodos sofás, televisión y muchos DVDs, con lo más moderno en tecnología y una cocina y una baño totalmente equipados. Aunque uno puede alquilar todo el hotel para fiestas, el Jules Underwater Lodge puede acomodar hasta un grupo de seis personas, con dos personas durmiendo en cada habitación y dos en el salón. Normalmente el hotel se divide en dos personas en cada una de las dos habitaciones. Cada habitación tiene su propia cama doble, un cuarto de baño, teléfono, televisión y aire acondicionado, junto con todas las otras comodidades para que uno pueda relajarse.
El hotel les ofrece varios servicios a sus clientes, tales como organización de fiestas o celebraciones, viajes para grupos de hasta seis personas, desayunos y comidas y cenas, cuando un chef bucea hasta el hotel para preparles su comida. Además, uno puede pedir una pizza de la pizzería local y se la traerán buceando. Se recomienda que los huéspedes de este hotel tomen clases de buceo durante su estancia, ya que podrán bucear con todo el material y equipo preparado para su uso y hasta bucear 22 horas seguidas, siempre siguiendo los consejos de seguridad. El hotel dispone de vigilancia de 24 horas para velar por la seguridad de los huéspedes, y se dan varias instrucciones para poder adaptarse a la vida marina sin mayores problemas, y luego a la vida terrenal. Los huéspedes podrán bucear todo lo que quieran y podrán obtener un certificado de buceo al final de su estancia. Además, si uno quiere relajarse después de tanto buceo, podrá tumbarse en la cama y observar a los miles de peces y otras especies marinas que le observan en su particular «terrario».
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