Hotel en dos faros en el Reino Unido

En los últimos años, el sector hostelero se ha convertido en un sector muy competitivo no solo por su calidad de servicios. En los últimos años, no solo el precio y la calidad han conseguido cambiar las reglas del alojamiento para los turistas, si no que la originalidad de los servicios también ha logrado influir en nuestras opciones a la hora de reservar un hotel.

Muchos edificios antiguos se han reciclado de una forma u otra para crear nuevos ambientes, donde la antigüedad y la modernidad conviven lado a lado. Por ello, muchos faros en todo el mundo se han convertido en pequeños y cómodos hoteles en las playas y las costas.

Dos de estos pequeños y acogedores faros se encuentran en la parte sur del Reino Unido. Uno de estos faros, el Great Orme, data del año 1862 y se encuentra en Llandudno, en Gales. Este faro es ahora un cómodo hotel con tres habitaciones para dos personas, donde una noche puede costar entre los 77 y los 90€ por persona. Este hotel es famoso por sus desayunos típicos de la región. Cada una de las tres habitaciones tiene una temática distinta, ya que uno puede alojarse en la suite victoriana, la habitación del telégrafo que se encuentra en la parte de arriba del faro, o la habitación de la lámpara, desde la cual se abren unas vistas de 280º, y donde solía estar la luz del faro. El hotel se encuentra cerca de un acantilado de más de 100 metros, y las vistas que se abren al mar son verdaderamente preciosas. Cerca del hotel se encuentra el pueblo de Conwy Medieval, donde uno podrá pasear por las antiguas calles medievales y visitar el castillo de Plas Mawr.

El segundo faro que hace pocos años se cerró y se convirtió en un original hotel es el South Foreland, en White Cliffs en Dover, desde donde se abren unas magníficas vistas hacia los famosos acantilados de Dover. Este hotel tiene dos habitaciones, y se recomienda alquilarlas por una semana, que puede costar entre los 325 y los 854€ según la temporada. El faro es un faro victoriano que sigue teniendo un mecanismo relojero de más de cien años de antigüedad. Desde aquí, uno puede visitar la ciudad, pasear por la playa o ver los famosos acantilados de Dover y las White Cliffs, al igual que varios otros sitios históricos en los alrededores.