Hotel Aire en Tudela, Navarra

Los hoteles «Testigos de la historia de Navarra» son una cadena de hoteles situados en edificios catalogados como Patrimonio Histórico. La mayoría de ellos se encuentran en las zonas más antiguas y tradicionales de las ciudades.

El Hotel Aire es uno de estos hoteles, que se encuentra a tres kilómetros de Tudela, la capital de la Ribera de Navarra. El hotel se encuentra a orillas del río Ebro.

El hotel fue la idea de los arquitectos López Rivera y fue concebido como un lugar para el descanso. El edificio está situado en Bardenas, rodeado por campos y con unas vistas maravillosas hacia el Parque Natural de las Bardenas Reales, donde uno podrá disfrutar el desierto y la original arquitectura del hotel a la luz del amanecer.

Este hotel tiene tan solo una planta. Las habitaciones, en forma de cubo, tienen toda clase de detalles para la comodidad del visitante, como albornoces de diseño. Algunas de las habitaciones tienen su propio jardín individual con un árbol frutal y gran bañera exterior, mientras que otras están construidas como pabellones que se adentran en los vastos campos de trigo. Algunas de las habitaciones son suites y tienen más espacio y una bañera exterior en sus jardín privado. Además, todas las habitaciones tienen una televisión, acceso a internet, una caja fuerte, la posibilidad de alquilar un portátil en recepción y una carta de almohadas para elegir cual es la más cómoda para cada persona.

Aparte de unas muy buenas instalaciones y un diseño rústico y a la vez muy lujoso, el hotel también tiene una piscina y una sala de reuniones. En el territorio del hotel también hay un patio de almendros, vegetación autóctona y un huerto.

Como muchos hoteles de la región, aquí también podremos encontrar un restaurante donde tanto los visitantes como los clientes del hotel podrán disfrutar de una comida o cena. Todos los platos están hechos por los cocineros del hotel, y todas las frutas y verduras que se emplean han sido cosechados por los empleados en la huerta del hotel. Destacan los platos típicos de la región, tales como la menestra de verduras.

Cerca del hotel los visitantes podrán pasear por las calles llenas de historia de la ciudad, donde abundan los edificios y monumentos artísticos de todas las corrientes, desde el estilo románico o gótico hasta el renacimiento y el barroco. Los turistas podrán ver las iglesias y palacios desde el siglo XII hasta el siglo XVIII.

Si bajan hasta la Ribera podrán ver las tradicionales comarcas que rodean la ciudad. Se recomienda visitar Las Bardenas, el Peñalén, las Roscas de Fitero y el Llano de Larrate o el Vedado de Eguaras.

Para aquellos a quienes les interesen la historia y la cultura de la región, se recomienda visitar la Catedral de Santa María, declarada monumento nacional desde el año 1984. También merece la pena ver el puente del Ebro que se encuentra en la entrada a la ciudad. El puente, de diecisiete ojos, fue muy importante en tiempos anteriores. La Iglesia de la Magdalena, una iglesia del siglo XII, ahora es un monumento nacional que uno debe visitar, al igual que la Iglesia de San Nicolás, del siglo XVI.