Los hoteles Qbic son una cadena de hoteles en tres ciudades de Benelux. Podemos encontrar estos curiosos y a la vez económicos hoteles en las ciudades de Amsterdam, Antwerp (Anvers) y Maastricht.
Los hoteles Qbic son hoteles low cost diseñados por varios artistas, y perfectos para grupos de personas que vienen a relajarse un par de días. El precio por persona y noche comienza desde los 69€, con todos los gastos y gestiones incluidos, y se recomienda reservar con antelación para poder aprovechar las mejores ofertas.
Cada habitación, o Cubi como se suelen llamar aquí, de cada hotel tiene un diseño más bien futurístico, en forma de cubo alargado. Cada habitación tiene una cama Hästens, un baño diseñado por Philippe Starck, una televisión LCD, una caja fuerte e internet. Cada uno de los Cubis, o habitaciones, también tiene luces diferentes para crear distintos ambientes.
El hotel también dispone de varias pantallas táctiles donde los visitantes podrán ver los horarios del cine o de los teatros, o elegir el restaurante donde quieran cenar. Además, la recepción y el check in también están digitalizados, y uno puede recoger su llave directamente sin tener que esperar.
En el lobby podemos encontrar el Grab&Go, un pequeño establecimiento donde nuevos artistas pueden experimentar con el arte. Aquí podemos encontrar varias máquinas expendedoras de todo tipo, desde aquellas que nos proporcionan con objetos para el cuidado personal, ropa y comida recién hecha que viene de las pastelerías y los caterings locales.
Hay un total de tres hoteles en tres ciudades distintas. El Qbic Hotel de Amsterdam está en el distrito financiero, mientras el de Antwerp esta en el centro y el de Maastricht rodeado de cafeterías y tiendas.
El Hotel Fox es un interesante proyecto iniciado por 21 jóvenes de distintos países en Dinamarca. Hay un total de 61 habitaciones diseñadas por los 21 artistas, y cada una es una ilustración de las distintas corrientes urbanas y del diseño gráfico.
El hotel se encuentra en el centro de Copenhague. Algunas de las habitaciones recuerdan al arte callejero, mientras que otras son una oda al estilo manga japonés. Cada habitación tiene su propio nombre, como el Jardín Japonés, Sensualidad o el Bosque del Rey, y cada una es fiel a su particular estilo. Las paredes de cada habitación están decoradas con imágenes de hadas, monstruos amigables y tesoros escondidos.
Todas las habitaciones son habitaciones de no fumadores. Cada habitación dispone de una cama individual o doble, un cuarto de baño y diversas comodidades, aunque existen habitaciones más grandes para acomodar a más personas. El precio por noche ronda unos 125€.
El desayuno se sirve en el restaurante, abierto desde las 7 hasta las 10 de la mañana los días laborables, y de 8 a 11 de la mañana los fines de semana, y cuesta 17€. El restaurante, abierto a partir de las 16.30 se llama Sushitreat y sirve los mejores platos de la cocina japonesa.
Todas las habitaciones disponen de Internet y televisiones plasma que se pueden utilizar como monitores en el ordenador. También hay una curiosa colección de «Minibags» en el minibar, donde no solo encontrará bebida o comida, si no que también remedios para la resaca como el «Hangover Bag». Los visitantes podrán leer la prensa internacional o bajar al bar a por un cóctel u otra bebida. Podrán observar el panorama del centro de la ciudad desde su terraza en el tejado. En este hotel podrán alquilar bicicletas por si desean dar una vuelta por la ciudad, o iPods por si quieren relajarse con música.
Le Carré Rouge es un hotel donde uno podrá dormir en un pintoresco cubo rojo en mitad del campo. La obra es de Gloria Friedmann, una artista del arte contemporáneo.
El hotel está en la meseta de Lagnes, en Francia, y es un proyecto que apoya el eco turismo. El cubo tiene dos pisos y puede alojar hasta seis personas. Una parte del cubo está pintada de rojo, mientras el otro lado del cubo está cubierto de cristal.
En la planta de abajo podemos encontrar el salón comedor y la cocina, y en la planta de arriba hay tres camas dobles. El precio por un fin de semana es de 130€, y cada noche extra cuesta 30€. Los visitantes disponen de todo lo necesario para estar cómodos, incluyendo sábanas, edredones, mantas y almohadas, toallas y vajilla. También hay leña para la cocina y la calefacción. Dentro del cubo no hay ni agua corriente ni electricidad, por lo que uno podrá alejarse de la vida moderna mientras recupera el agua de lluvia con una bomba para poder lavarse y cocinar. Por las noches, podrán encender candiles y velas. Si desean, pueden visitar el pueblo cercano, que se encuentra a 700 metros de distancia del hotel.
Si uno quiere vivir una experiencia única lejos de la modernidad y la globalización, el hotel Kolarbyn es ideal para ello. El hotel se encuentra a unas dos horas de Estocolmo, cerca del lago Skärsjön, en Suecia.
El hotel Kolarbyn es sin duda el hotel más rústico de todo el país, ya que se compone de doce cabañas en un bosque a orillas del lago. Las cabañas no tienen ni luz ni electricidad, y cuando se hace de noche los visitantes encienden lámparas antiguas o velas. Dentro de las cabañas podrán encontrar dos literas con mantas de piel de oveja. En el caso de que haga frío, podrán encender la estufa de leña, aunque primero tendrán que recoger suficiente leña.
Los visitantes del hotel tienen varias barbacoas a su disposición repartidas por el campamento, y podrán preparar su comida allí. La despensa dispone de vajilla para los turistas, y si reservan con antelación se les aprovisionará comida suficiente del supermercado más cercano, a tres kilómetros del campamento. Para cocinar, uno podrá calentar su comida en la estufa de leña tradicional.
Los baños son rústicos, y si uno tiene leña suficiente podrán relajarse en la sauna más tradicional. También se pueden reservar excursiones por el bosque, todas ellas guiadas. Uno podrá observar a los alces en su entorno natural, ya que los guías han estudiado sus preferencias por los rastros de sus mordiscos, o ver los lobos de noche.
El hotel está abierto desde principios de mayo hasta finales de septiembre. El hotel les proporciona madera para fuego, agua fresca del pozo cercano, barbacoas, velas y cerillas, junto con mantas de piel de oveja. El precio por noche ronda los 27€ por adulto y los 13€ por niño. Por 5€ más podrán alquilar un saco de dormir. Al llegar, les ofrecerán una visita guiada por Kolarbyn, y tendrán acceso a las canoes si desean realizar un paseo por el lago.
El Hôtel Palafitte nos recuerda a los ya casi clásicos hoteles situados sobre pilotes en la Polinesia Francesa, salvo que se encuentra en el corazón de Suiza. El hotel se encuentra en el centro del lago Neuchâtel.
El hotel, situado sobre varios pilotes en el lago, tiene 24 suites, o apartamentos. Cada uno tiene una terraza privada y una escalera para que puedan bajar al lago y bañarse. Las vistas desde todas las habitaciones son más que espectaculares, ya que todas las ventanas dan al precioso lago.
Cada apartamento cuesta entre los 300€ y los 410€ en temporada baja. Sin embargo, hay algunas cabinas más cerca de la orilla que cuestan desde 285€ hasta los 300€. Para llegar al hotel, los visitantes deberán llegar a la ciudad de Neuchâtel, a 10 minutos del hotel, desde donde podrán tomar al autobús gratuito hasta el mismo.
Cada apartamento tiene su propia habitación y cuarto de baño, y es un lugar apartado e íntimo, ya que no se pueden ver las otras habitaciones desde las enormes ventanas de cada cuarto. Todas las habitaciones están amuebladas y disponen de las mejores tecnologías. Los visitantes que desean quedarse en este hotel dispondrán de una televisión de plasma, una minicadena y un ordenador.
Las vistas desde las ventanas del hotel son inigualables. Entre el lago y los Alpes detrás del mismo, uno podrá disfrutar de momentos de relax o darse un baño entre las tranquilas aguas del lago. Los visitantes también podrán visitar Neuchâtel, el centro de la industria relojera suiza, o dar paseos en barco por el lago.
El hotel Künstlerheim Luise se encuentra en Berlín, la capital de Alemania. Los huéspedes que se alojan en este hotel viven una experiencia única cuando descubren que cada habitación es el corazón de una obra de arte.
El hotel dispone de 50 habitaciones con cuarto de baño. Cada una de las habitaciones fue diseñada por un artista distinto, y el hotel patrocina a los artistas que diseñaron los cuartos. Los artistas en cuestión reciben un porcentaje de los ingresos generados cada vez que alguien se aloja en la habitación que diseñaron, y tiene derecho a varias estancias gratuitas.
Cada una de las 50 habitaciones está decorada en varios estilos distintos. La habitación cuesta entre 120€ y 150€ la noche, aunque puede variar según la temporada. En el hotel se encuentra un restaurante, el Habel, donde los visitantes podrán saborear los platos tradicionales y el mejor vino.
El hotel se encuentra en el este de la ciudad, en un gran edificio de estilo clásico del siglo XIX. El hotel fue antes un edificio residencial que se abandonó y en 1984 fue transformado en un hotel con tiendas. Años más tarde, se añadió otro edificio y se formó un patio.
El hall de la recepción suele estar decorado y ocupado por alguna nueva exposición regular, lo que le da al hotel un toque distintivo. Aunque la fachadas del hotel sigue siendo la misma que en 1825, varias reformas han logrado convertir el edificio en un monumento al arte urbano.
El hotel se encuentra en el corazón de la ciudad cerca del Tiergarten park y a orillas del río Spree. A un breve paseo a pie del hotel está el célebre palacio del Reichstag, la famosa Friedrichstrasse, una de las calles más importantes de Berlín, junto con Unter den Linden, y el otro símbolo de la ciudad, la majestuosa puerta Brandemburg Tör.
Este inusual hotel está situado en medio del lago Mälaren, a un kilómetro de la ciudad de Västeras en Suecia. El Hotel Utter Inn es un curioso hotel submarino que se parece a un acuario flotante, diseñado por Mikael Genberg, un arquitecto.
Si uno decide alojarse en este hotel, tendrá que coger un barco taxi desde Västeras atravesando parte del lago para llegar hasta una plataforma de acero. El hotel está rodeado por las pequeñas islas del lago, y en el exterior parece una cabaña flotante. Bajando las escaleras, a unos 3 metros bajo la superficie del lago, podemos encontrar la única habitación del hotel.
El Hotel Utter Inn tiene una terraza con sillas en la parte exterior donde uno podrá sentarse para disfrutar de la tranquilidad del lago. Dentro de la cabaña, después de atravesar una enorme puerta de acero y a tres metros de profundidad, podemos encontrar la habitación principal para dos personas. El hotel también tiene un cuarto de baño, una cocina eléctrica y un radiador. Al cerrar la puerta, uno entra en un mundo nuevo, rodeado por el silencio y de la vida marina del lago. Hay cuatro ventanas, y uno podrá observar a las criaturas del lago que se acercan a las ventanas.
El precio es de unos 165€ por noche, pero incluye un picnic para la cena y el desayuno. El hotel está abierto desde principios de Abril hasta finales de Septiembre. Los muebles de la habitación para dos personas son todos de Ikea, con varias lámparas de bajo consumo.
Uno podrá nadar en el lago alrededor de la plataforma u observar los peces que nadan en el lago, entre los cuales se encuentra un enorme lucio a quien le gusta mirar a los humanos. Uno también puede visitar las islas del lago más cercanas en una barca neumática.
El Palacio de Tokyo se encuentra en un edificio histórico del año 1937. El edificio alberga numerosas exposiciones culturales y se encuentra en pleno corazón de París. El Palacio de Tokyo fue construido para al Exposición Universal y el edificio está rodeado por la Torre Eiffel y los Campos Elíseos.
Dentro, o mejor dicho encima, de este edificio se encuentra el hotel Everland, justo en el tejado. El hotel no es un hotel comercial, pero está dedicado a la innovación y a la cultura. Todo esta diseñado por diseñadores conocidos cuyo objetivo es el de enseñar a los huéspedes que el arte y la innovación son una mezcla interesante.
Desde la habitación del hotel el visitante puede disfrutar de unas vistas panorámicas verdaderamente espectaculares, dado que desde su ventana uno puede ver la Torre Eiffel y observar como la ciudad se esparce hasta donde alcanza la vista. La parte interior del hotel está diseñado por varios artistas contemporáneos.
Los huéspedes podrán alojarse en una habitación con las mejores vistas de París, y disfrutar del desayuno al amanecer. Incluso el baño es fuera de lo normal, ya que está diseñado por los mejores diseñadores internacionales. Las vistas panorámicas y un interesante y curvado diseño hacen de esta especie de suite un hotel irresistible.
El hotel es un hotel ambulante y se mueve constantemente. El precio por noche ronda los €444. El hotel ya ha estado expuesto en otras ciudades, como Yverdon o Leipzig. Lo más curioso es que uno tiene que hacer la reserva con unos dos meses de antelación, y la página de reserva solo sale a determinadas horas del día. Además, el hotel se mueve cada año o dos, y uno tiene que informarse bien para saber en que fechas estará en que ciudad.
Al Maha Desert Resort & Spa se encuentra en Dubai. Rodeado por 225 kilómetros cuadrados de desierto y a tan solo 45 minutos de Dubai este encantador oasis es el lugar ideal para relajarse en un hotel de lujo que se integra idóneamente con la naturaleza.
El hotel tiene varias suites, como la suite presidencial, la suite de los Emiratos, la suite real y la suite beduina. La suite presidencial es una habitación de 530 metros cuadrados, que dispone de una piscina de 11×9 metros, una barbacoa, muebles tallados a mano, tres dormitorios, enormes cuartos de baño, una bañera gigante, cuartos para invitados, dos minibares, cocina equipada, objetos de Bvlgari, televisiones de plasma, servicio privado, DVD, wifi, caja de seguridad y un aparcamiento privado, entre otras cosas.
También hay dos suite llamadas suite de los Emiratos, cada una de 375 metros cuadrados, una piscina de 14×6 metros, muebles tallados a mano, dos habitaciones, varios cuartos de baño bastante grandes con bañera y accesorios de Bvlgari, cuartos para el servicio, un jardín, cocina, minibar, caja de seguridad, wifi, Bluetooth, y muchas otras comodidades.
Las dos suites reales tienen 175 metros cuadrados. También disponen de una piscina cada una, muebles artesanales, dos habitaciones, un cuarto de baño totalmente equipado y con complementos de Bvlgari, y muchas comodidades más tradicionales, como caja de seguridad, televisión o internet.
En este hotel también podemos encontrar 37 suites Beduinas individuales, de 75 metros cuadrados cada una. Estas también disponen de una piscina privada, muebles artesanales, una cama digna de reyes, un cuarto de baño como el de las otras habitaciones con ducha y una gran bañera, decorados de Bvlgari, minibar y caja de seguridad, televisión y DVD.
El hotel también tiene un lujoso spa donde uno podrá disfrutar de un relajante masaje, hacerse la manicura y pedicura, tratamientos de piel y tratamientos faciales. Además, podrá visitar el exclusivo gimnasio o relajarse en los baños termales del spa. También podrán disfrutar de la hidroterapia, saunas y salas de masajes.
Los huéspedes de este hotel tienen varias actividades entre las que elegir, y algunas están incluidas en el precio, dependiendo de la suite donde se aloje. Uno puede ver como se entrenan halcones, montar en camello, dar un paseo guiado por las dunas, seguir las huellas de camellos o practicar el anciano deporte de tiro con arco. Uno puede disfrutar de un safari por las montañas Hajar, con comida incluida, o visitar el pueblo de Hatta, de más de 200 años, o visitar los jardines y museos de Al Ain. Además, los huéspedes podrán montar en quad o practicar el esquí en las dunas.
El hotel Vrouwe van Stavoren es ideal para los amantes del vino. Este curioso hotel no solo tiene su propia bodega, si no que también sus habitaciones están ambientadas en el estilo vinícola.
El hotel tiene varios tipos de habitaciones, las habitaciones estándar y las habitaciones en forma de barriles de vino. El precio por habitación varia desde los 70€ por una habitación estándar doble, mientras que las más grandes con baño privado y en forma de barril con capacidad de 14,500 litros cuestan desde los 125€ hasta los 200€ la noche, dependiendo de si uno quiere aprovechar su estancia y aprender más sobre el arte del vino.
El hotel también dispone de un restaurante al servicio de los turistas, el «de Vrouwe van Stavoren», al lado de la bahía. Allí podrán degustar y saborear los platos más tradicionales de la región, con marisco fresco. Al igual que desde las habitaciones, la vista desde este restaurante es increíble. Los comensales pueden disfrutar de vistas a los pequeños y tradicionales barcos pesqueros, yates modernos y barcos turísticos que parecen de otra época.
Además, aquellos que decidan por visitar este lugar podrán disfrutar de un paseo en un barco que recuerda un navío antiguo que se utilizaba para los viajes comerciales siglos atrás. Durante el viaje, le contarán la historia de la Dama de Stavoren, un personaje conocido. Su estatua decora la bahía.
El hotel se encuentra cerca de la antigua bahía. Se encuentra cerca del lago Ijsselmeer. El pequeño pueblecito en el que se encuentra el hotel es un encantador lugar ideal para los deportes acuáticos, y es conocido por sus bonitas playas. Aquellos a quienes les gusten los yates también encontraran este lugar a su gusto, ya que la bahía está llena de barcos. Muy cerca de allí se encuentra el antiguo y centenario bosque en las colinas de Gaasterland.
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