El hotel Wagon Stays es un hotel donde cada habitación se encuentra en un carromato. Este hotel es un hotel ecológico, y se encuentra en Nueva Zelanda.
El carromato está diseñado como una cómoda habitación doble decorada al estilo antiguo. Sin embargo, debajo de la capa del estilo antiguo se encuentran numerosas tecnologías y otros detalles de lujo. El precio de este hotel varía entre los 120 y los 160€, según la temporada.
Casi todo en este curioso hotel es ecológico. La estructura del carromato está hecha de dos tipos de madera, mientras que el material aislante es de lana. Las ventanas son dobles, mientras que las bombillas son de bajo consumo, y casi toda la electricidad que se utiliza en el hotel proviene de los paneles solares.
El carromato tiene una cama doble de gran tamaño, una cocina tamaño «estudio», con todo el equipamiento necesario, y reguladores de temperatura. Además, el cuarto tiene su propio baño con una ducha de alta tecnología. Para poder organizar sus comidas y cenas, hay una cómoda mesa que puede regular su altura, convirtiéndose en una mesa de café o en una mesa más alta y más grande para la comida. Por si desean relajarse, hay una televisión de pantalla plana con programación satélite y un DVD con varias películas y CDs a su disposición. También podrán disfrutar de la prensa internacional, Internet y cobertura telefónica.
Fuera del carromato se encuentra una bañera exterior privada. Allí también está la barbacoa, y se recomienda reservar el equipamiento de barbacoa al realizar la reserva. También podrán disfrutar del servicio de lavandería.
El hotel les ofrece a sus clientes una amplia selección de tés y cafés a lo largo del día. Además, los huéspedes podrán disfrutar de un desayuno continental y de una cena de comida orgánica y ecológica.
El hotel se encuentra en el campo, en Cashmer Road, en la ciudad de Christchurch, y el atmósfera del carromato recuerda el atmósfera que debieron de sentir los primeros colonos que llegaron a estos lugares. Las vistas que se abren desde el hotel dan a los tranquilos campos de cultivo y a las montañas cercanas.
El Whitepod Hotel se encuentra en Suiza. Rodeado de montañas, es el sitio ideal para los amantes de los deportes de invierno.
La idea para este hotel surgió de Sophie de Meyer, quien decidió juntar la idea de un hotel ideal para el descanso y la naturaleza de las montañas. Esta fusión creó el Whitepod hotel, un hotel sostenible y ecológico.
El hotel es en realidad un hotel ecológico que se encuentra a 1700 metros de altura sobre Villars en Suiza. Las habitaciones del hotel son «pods», o cápsulas esféricas, sobre una plataforma de madera.
El hotel tiene una total de quince pods agrupados alrededor de un tradicional chalet en los Alpes. Cada pod es una cómoda habitación individual o doble, con un sistema de calefacción de alta tecnología y una estufa. En el chalet se encuentran el comedor, un bar y una biblioteca. El chef de restaurante prepara los mejores platos tradicionales de la región.
El precio por habitación varía según la temporada. En verano el precio oscila entre los 100 y los 167€ por noche, mientras que en invierno el precio varía entre los 234 y los 367€ por noche. Se cobra un suplemento extra si los huéspedes quieren alquilar una cama extra.
Los huéspedes del hotel tendrán a dos guías a su disposición, quienes les podrán indicar las mejores rutas por las montañas, llevarles de excursión o acompañarles en las rutas de esquí. Además, ellos organizan grupos para aquellos visitantes que quieran aprender a esquiar o hacer snowboard, además de otros muchos deportes de invierno. Los visitantes podrán esquiar en varias pistas distintas y practicar el heliski, esquí desde un helicóptero, o participar en carreras y competiciones.
El hotel dispone de dos telesquíes a disposición de sus clientes y varias pistas rojas y azules. Los huéspedes podrán esquiar las 24 horas del día. En verano, los huéspedes podrán disfrutar de varias rutas de senderismo.
El hotel, que se encuentra aislado del estrés urbano, promueve el ecoturismo y una mejor relación entre el hombre y la naturaleza. El lugar es idílico para relajarse y conectar con la naturaleza. Entre otras cosas, la calefacción del hotel depende del aislante térmico de las cápsulas, mientras que el agua proviene de un manantial cercano. Los visitantes del hotel también reciben información acerca de como pueden ayudar a conservar el medio ambiente y de las ventajas de la energía sostenible.
Además, el hotel tiene su propio spa, el sitio perfecto donde relajarse tras un día esquiando. En el spa se ofrecen tratamientos de aromaterapia, varios tipos de masaje relajantes y otros tratamientos de piel.
El hotel Giraffe Manor en Langata, cerca de Nairobi, Kenia es uno de los hoteles más curiosos del continente. El elegante hotel de tres estrellas destaca por su inmenso territorio donde viven jirafas.
El pequeño y exclusivo hotel es famoso por sus habitantes algo peculiares, las jirafas. El hotel está rodeado por 47 hectáreas de bosque. Cerca del hotel podrán encontrar varias opciones de safari. Sin embargo, para ver a animales merodeando por el territorio de manera natural solo hace falta abrir la ventana del hotel, donde encontrará numerosas jirafas y varias especies de pájaros y otros animales, como el facóquero común. Muchas de las jirafas suelen meter su cabeza por las enormes ventanas del comedor, y uno podrá verlos y fotografiarlos en su hábitat natural.
El hotel, construido por el escocés David Duncan en 1932 está muy cerca de la capital del país, Nairobi, y desde allí se abren unas vistas impresionantes hacia el Kilimanjaro y las colinas Ngong. Más tarde, el hotel fue adquirido por Jock y Betty Leslie Melville, y en el año 1974 dos de las jirafas Rothschild se mudaron allí, creando el Giraffe Centre, un centro para jirafas en vía de extinción. El Giraffe Centre organiza excursiones para ecologistas, colegios y biólogos.
Este familiar hotel les ofrece a sus visitantes el mejor servicio y una de las mejores cocinas de Nairobi. Aquí podrá desayunar todas las delicias locales mientras unas atentas jirafas les observan desde el porche. La comida proviene de la agricultura orgánica y ecológica. El hotel organiza comidas, meriendas y cenas para grupos de un máximo de 150 personas. También se organizan eventos con cócteles y cenas, que se pueden reservar con anterioridad.
El hotel tiene seis habitaciones, todas ellas con su propio baño. Una de las habitaciones está decorada al estilo danés con las pertenencias de Karen Blixen, una autora, y una de las habitaciones es más grande y por tanto ideal para familias. El precio varía según el tipo de habitación. Una habitación doble suele costar unos 220€ por persona mientras que el suplemento para una habitación individual puede costar 89€. Todas las habitaciones incluyen en el precio las comidas, vino durante la comida, bebidas alcohólicas excluyendo el champán, servicio de lavandería, un vehículo para excursiones, y entradas para el Giraffe Centre. Gran parte de los ingresos va hacia el Fondo Africano para la Protección de Especies Protegidas, que fue fundado por uno de los antiguos dueños de la mansión.
El hotel también puede organizar servicios de recogida de los aeropuertos más cercanos. Los visitantes podrán contratar este servicio tanto para la llegada como para la salida al realizar la reserva, y por un coste extra de unos 30€ se les recogerá y se les dejará en el aeropuerto en las fechas indicadas.
Los visitantes de este hotel podrán visitar la capital del país, Nairobi, o bien disfrutar de la naturaleza desde el hotel. Se organizan varios safaris por el este africano. Aquellos que no quieran salir del hotel pueden pasear por los bosques en el territorio del hotel, visitar el Giraffe Centre o bien observar a las gentiles y elegantes jirafas.
Al Maha Desert Resort & Spa se encuentra en Dubai. Rodeado por 225 kilómetros cuadrados de desierto y a tan solo 45 minutos de Dubai este encantador oasis es el lugar ideal para relajarse en un hotel de lujo que se integra idóneamente con la naturaleza.
El hotel tiene varias suites, como la suite presidencial, la suite de los Emiratos, la suite real y la suite beduina. La suite presidencial es una habitación de 530 metros cuadrados, que dispone de una piscina de 11×9 metros, una barbacoa, muebles tallados a mano, tres dormitorios, enormes cuartos de baño, una bañera gigante, cuartos para invitados, dos minibares, cocina equipada, objetos de Bvlgari, televisiones de plasma, servicio privado, DVD, wifi, caja de seguridad y un aparcamiento privado, entre otras cosas.
También hay dos suite llamadas suite de los Emiratos, cada una de 375 metros cuadrados, una piscina de 14×6 metros, muebles tallados a mano, dos habitaciones, varios cuartos de baño bastante grandes con bañera y accesorios de Bvlgari, cuartos para el servicio, un jardín, cocina, minibar, caja de seguridad, wifi, Bluetooth, y muchas otras comodidades.
Las dos suites reales tienen 175 metros cuadrados. También disponen de una piscina cada una, muebles artesanales, dos habitaciones, un cuarto de baño totalmente equipado y con complementos de Bvlgari, y muchas comodidades más tradicionales, como caja de seguridad, televisión o internet.
En este hotel también podemos encontrar 37 suites Beduinas individuales, de 75 metros cuadrados cada una. Estas también disponen de una piscina privada, muebles artesanales, una cama digna de reyes, un cuarto de baño como el de las otras habitaciones con ducha y una gran bañera, decorados de Bvlgari, minibar y caja de seguridad, televisión y DVD.
El hotel también tiene un lujoso spa donde uno podrá disfrutar de un relajante masaje, hacerse la manicura y pedicura, tratamientos de piel y tratamientos faciales. Además, podrá visitar el exclusivo gimnasio o relajarse en los baños termales del spa. También podrán disfrutar de la hidroterapia, saunas y salas de masajes.
Los huéspedes de este hotel tienen varias actividades entre las que elegir, y algunas están incluidas en el precio, dependiendo de la suite donde se aloje. Uno puede ver como se entrenan halcones, montar en camello, dar un paseo guiado por las dunas, seguir las huellas de camellos o practicar el anciano deporte de tiro con arco. Uno puede disfrutar de un safari por las montañas Hajar, con comida incluida, o visitar el pueblo de Hatta, de más de 200 años, o visitar los jardines y museos de Al Ain. Además, los huéspedes podrán montar en quad o practicar el esquí en las dunas.
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